Seguro que alguna vez has escuchado hablar de las caries en los dientes, pero ¿sabías que no todas las caries son iguales? Existen diferentes tipos dependiendo de la zona del diente afectada, y entre las menos conocidas están las caries radiculares.
En este artículo te contamos qué son las caries radiculares, por qué aparecen con más frecuencia en personas mayores, qué implican para tu salud bucodental y cómo tratarlas.
¿Qué es una caries radicular?

Las caries radiculares son aquellas que afectan directamente a la raíz del diente, concretamente en la parte expuesta cuando las encías se retraen. Normalmente, las raíces están protegidas por las encías y el hueso, pero con la edad, enfermedades periodontales o una higiene bucal deficiente, las encías se retraen y dejan al descubierto estas zonas más sensibles.
Cuando la raíz queda expuesta, su superficie es especialmente vulnerable, porque el cemento dental (el tejido que recubre la raíz) es más blando que el esmalte. Por eso, las caries en esta zona avanzan más rápido, pudiendo provocar daños importantes en poco tiempo.
Síntomas de la caries radicular
Identificar este tipo de caries no siempre es sencillo en fases iniciales, pero puedes sospechar su presencia por los siguientes síntomas:
- Sensibilidad dental: molestias o dolor leve al tomar alimentos o bebidas calientes, frías o dulces.
- Color oscuro o amarillento en la raíz expuesta, cercano a la encía.
- Textura rugosa o áspera en la zona afectada.
- Encías retraídas, dejando visible la raíz dental.
Si notas alguno de estos síntomas, es fundamental acudir cuanto antes al dentista para realizar una valoración profesional.
Caries radiculares: más comunes en adultos
Aunque pueden aparecer a cualquier edad, las caries radiculares son especialmente frecuentes en adultos mayores, debido principalmente a la retracción gingival. Con los años, las encías suelen retraerse de forma natural o como consecuencia de enfermedades periodontales como la gingivitis o periodontitis, dejando expuesta parte de la raíz del diente.
Además, muchas personas mayores toman medicamentos que reducen la producción de saliva, provocando sequedad bucal (xerostomía), una condición que incrementa notablemente el riesgo de caries.
Por último, en esta etapa también es habitual que se pierda algo de destreza manual, lo que dificulta mantener una higiene oral adecuada, favoreciendo la acumulación de placa bacteriana y, por tanto, aumentando las posibilidades de sufrir caries radiculares.
Riesgos de no tratar las caries radiculares
Las caries radiculares no se deben tomar a la ligera. Al afectar directamente la raíz, la infección avanza más rápidamente hacia el interior del diente. Esto podría implicar complicaciones importantes, como:
- Infección profunda que afecte al nervio del diente (pulpa dental), generando dolor intenso y necesidad de una endodoncia.
- Pérdida de estructura dental, debilitando significativamente el diente y aumentando el riesgo de fracturas.
- Pérdida dental: en casos avanzados, es posible que el diente no se pueda salvar y deba extraerse.
- Riesgo de infecciones en encías y hueso, pudiendo afectar dientes adyacentes.
Tratamiento de las caries radiculares
El tratamiento dependerá siempre de la gravedad y extensión del daño:
Caries superficiales o iniciales
Se resuelven con una limpieza cuidadosa de la zona afectada y un empaste o restauración de composite, recuperando la estructura dental perdida.
Caries moderadas o profundas
Si la infección ya afecta la pulpa dental, se necesitará una endodoncia (tratamiento del nervio) seguida de una reconstrucción dental mediante una corona o una incrustación que proteja el diente debilitado.
Caries muy avanzadas o dientes irrecuperables
La extracción podría ser inevitable. En estos casos, tras extraer el diente, se recomienda colocar implantes o prótesis dentales para recuperar la funcionalidad y estética de la boca.
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En resumen, las caries radiculares son un problema frecuente pero que puede evitarse fácilmente con buenos hábitos de higiene y visitas periódicas al dentista. La clave está en mantener una rutina de cuidado oral adaptada a las necesidades que aparecen con la edad, especialmente en adultos mayores o personas propensas a problemas periodontales.
Recuerda que detectar a tiempo estas caries y tratarlas adecuadamente es fundamental para conservar tus dientes durante muchos años y disfrutar de una boca sana y funcional. No lo dejes pasar: ¡Tu sonrisa te lo agradecerá!