Son muchos los procedimientos que se llevan a cabo en una clínica dental y pueden producir un sangrado. Normalmente se trata de algo totalmente controlable, ya que en los tratamientos más agresivos, como la cirugía maxilofacial o los implantes se realizan suturas y estas impiden el sangrado.
Pero en algunos casos, como en las extracciones, no se puede cerrar la herida ni suturar, sino que el hueco del diente extraído queda abierto. Por eso tras una extracción de muelas se va a producir un sangrado inicial abundante.
CUÁNTO TARDA EL SANGRADO EN PARAR DE FORMA NATURAL
Ese hueco que la extracción deja en nuestra boca se va a ir cerrando de manera natural y, si nuestra coagulación es normal, vamos a dejar de perder sangre en poco tiempo. En entre 15 minutos y media hora el sangrado debería parar por completo.
Además, inicialmente el sangrado se intenta controlar en clínica. Lo que hacemos es colocar una gasa y aplicar presión, y antes de que el paciente se vaya se comprueba que haya dejado de sangrar o sangre muy poco.
Se supone que deben de haberse realizado análisis del paciente antes de la extracción y, por tanto, se debería ser consciente de si este está tomando algún tipo de anticoagulante o similar que pueda estimular el sangrado. Por lo tanto, el dentista debería ser capaz de prever y atajar cualquier problema en este sentido.
CÓMO CORTAR EL SANGRADO DE LA MUELA EN CASA
Pero, ¿qué ocurre si llegamos a casa y por lo que sea la herida no para de sangrar?
Bueno, pues lo primero es asegurarse de que realmente estás sangrando y no es solo una percepción errónea, ya que no siempre entendemos a partir de qué punto se puede hablar realmente de sangrado.
Un par de gotitas de sangre en la saliva nos puede dar la impresión de un sangrado severo, porque notamos el sabor a sangre en la boca y notamos mucho líquido. Pero eso no implica que haya un sangrado descontrolado, ni mucho menos.
Por tanto, es importante no obsesionarse con la idea de estar sangrando y, antes de hacer nada, observar si realmente sale sangre de manera continuada de la herida.
Si realmente estamos sangrando, cosa que puede pasar por múltiples razones de las que quizás ni nos acordamos (incluso medicamentos de uso habitual, como el ácido acetilsalicílico, provocan que sangremos más, incluso días después de haberlos tomado), no hay que preocuparse tampoco.
No se trata de algo grave. En la mayoría de los casos bastará con que quitemos la gasita que llevamos puesta desde la consulta del odontólogo y poner otra limpia, apretándola contra la herida.
Es importante no estar seguido poniendo y quitando la gasa sino dejarla estable sobre la encía para, así, mantener la salida de sangre taponada sin mover el coágulo en formación.
Hay que intentar no ponerse nervioso, ya que en la mayoría de los casos esos sangrados son leves: en caso de que el sangrado sea excesivo tendrías la boca llena de sangre en unos segundos. Por eso la gasa va a lograr pararlo casi siempre en un tiempo prudencial que suele ser inferior a una hora.
Un truco de abuela que puede ayudar en caso de sangrado leve es morder una bolsita de té húmeda. El té contiene ácido tánico, un astringente con propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias y antihemorrágicas, y ayudará a la coagulación.
¿Y SI EL SANGRADO NO PARA?
En caso de que se trate de un sangrado más persistente, habrá que acudir al médico, ya que lo ideal en esos casos es utilizar un fármaco con propiedades hemostáticas (es decir, que detiene el sangrado) que solo se dispensa con receta médica.
Lo ideal es ir al mismo especialista que ha realizado la extracción, pero si no es posible también se puede ir a urgencias para que os receten algo que os detenga la pérdida de sangre.
Eso sigue sin significar que el problema sea grave, ya que sigue tratándose de una herida superficial que afecta a vasos sanguíneos pequeños. Puede que estéis sangrando, pero no os estáis desangrando, así que mantened la calma.
CONSEJOS TRAS UNA EXTRACCIÓN DE MUELA
Una vez esté controlado el sangrado, haya sido este control inmediato o ya en casa, deberían observarse unos consejos básicos para evitar que la zona afectada se inflame, se produzcan nuevos sangrados o haya posibilidad de infecciones. Esto dependerá, en parte de cuantas muelas se hayan sacado:
- Debe evitarse la ingestión de alimentos calientes.
- Si la muela está en una zona principal de masticación hay que comer alimentos blandos durante las primeras 24 / 48. Cuantas más extracciones se hayan hecho más tiempo habrá que esperar.
- Hay que evitar los alimentos que generan muchos residuos para evitar que se queden en los huecos.
- Durante las primeras dos horas es bueno colocarse hielo en la zona.
- Hay que evitar escupir ni hacer enjuagues aunque se note algo de sangre en boca, para favorecer la cicatrización.
- Si hay mucho dolor tras unas horas hay que acudir al dentista nuevamente, ya que podría haber una infección en curso.
- En caso de que os receten fármacos, hay que respetar las pautas que os hayan dado y tomarlo tanto tiempo como os hayan indicado en la consulta, aunque no notemos dolor ni inflamación.
Y, cómo siempre, no olvidemos que una extracción dental es una pequeña intervención quirúrgica que tiene su postoperatorio y que las molestias suelen ser temporales al tiempo que inevitables.