Antes de decidir sobre la continuidad o no de estas cuatro piezas dentales en nuestra boca vayamos al principio ¿qué son las famosas muelas del juicio?
Las muelas del juicio son el tercer molar y el más rezagado de todos, ya que estas muelas empiezan a salir entre los 17 y los 25 años, eso si es que salen.
“Ah, ¿qué pueden no salir?” Correcto. No siempre tienen espacio para emerger o desarrollarse bien y se quedan `retenidas´. También puede darse el caso que se desvíen de su trayectoria y no lleguen a salir a la superficie.
No todo el mundo tiene muelas del juicio
Sí, sí, como lo lees. No es extraño que algunas personas solo tengan 3, 2, 1 o incluso ninguno de estos molares. Esto se debe a la evolución de la especie.
A diferencia de nuestros antepasados los homínidos, nuestro actual estilo de vida no requiere de esa gran habilidad para triturar los alimentos que sí necesitan otras especies, por lo tanto, hoy en día para nosotros son un tanto inútiles. De hecho, el 35% de la población nace sin estas muelas.
“Tengo muelas del juicio, ¿debería quitarlas?”
Cuando sí existe la presencia de muelas del juicio pueden ocurrir dos cosas, que haga falta extraerlas o que puedan desarrollarse naturalmente. Veamos en más profundidad cada una de estas dos situaciones.
Cada persona es un mundo, aunque la tónica general es que, en la mayoría de ocasiones (el 85% de veces), las muelas del juicio son extirpadas porque presentan complicaciones. Raras son las veces en que crecen con normalidad y se alinean con el resto de molares.
Las muelas del juicio retenidas causan problemas
Antes hablábamos de la imposibilidad de algunas muelas para encontrar su lugar en nuestra dentadura. Podemos encontrar las siguientes situaciones:
- La muela crece en ángulo contra la muela de al lado
- La muela crece contra la parte posterior de la boca
- La muela crece tumbada, empujando al resto de dientes
- La muela crece pero se queda dentro del maxilar sin llegar a salir
Esto significa que las muelas pueden quedar retenidas completamente (retención total) o parcialmente (retención parcial), siendo las molestias y complicaciones diferentes en función del caso.
Síntomas
Algunas muelas retenidas son inofensivas. Sin embargo, cuando empujan a otro diente o se infectan, los síntomas serán evidentes y muy molestos.
Podemos encontrar:
- Sangrado de encías y encías enrojecidas o hinchadas
- Mal aliento
- La presencia de un sabor poco agradable
- Cierta dificultad para abrir la boca
- Hinchazón en la mandíbula
- El protagonista de todos los síntomas, el dolor en la mandíbula
En estos casos la respuesta será que SÍ hay que quitarlas.
También se decidirá quitarlas si, aun no molestando, se dan alguna de las siguientes situaciones:
- Pueden dañar a los dientes próximos por la presión
- La muela asoma parcialmente y aumenta el riesgo de caries
- Puede hacer enfermar la encía porque dificulta la limpieza de la zona
- La muela retenida forma un quiste en la mandíbula que puede dañar el hueso, los dientes o los nervios
Consulta con un especialista
Como ya habrás comprobado, la extracción de las muelas del juicio no es algo que sea necesario por regla general. Será el especialista el que debe valorar en cada caso si la presencia de las mismas puede generar problemas o si, por el contrario, las muelas pueden seguir desarrollándose o permanecer en su sitio sin problemas.
Si sientes alguno de los síntomas mencionados antes es el momento de visitar Titanium Dental para responder a tus dudas y conocer si debes extraer tus muelas del juicio.
Sigue las novedades de nuestro blog y no te pierdas todos los consejos y la información que tenemos preparados para ti. ¡Te esperamos!