Paladar y labio hendido. Qué es y cuál es el tratamiento

El labio leporino y paladar hendido afecta a 1 de cada 1600 bebés en Estado Unidos. Este defecto de nacimiento es uno de los más comunes entre los recién nacidos y, en los últimos años, las investigaciones apuntan a causas relacionadas con los genes, la salud y el medio ambiente. 

A pesar de esto hay una buena noticia, y es que casi todos los casos se solucionan con cirugía que se complementa con otros tratamientos donde se incluyen el cuidado dental y ortodoncia, en algunos casos. Dicho esto, vamos a conocer un poco más sobre esta afección.

¿Qué son el paladar y el labio hendido?

Entre la semana 6 y 9 de embarazo se forma el paladar. Sin embargo, puede ocurrir que en ese momento el paladar no se una correctamente, quedando la parte delantera o la trasera del paladar abiertas o ambas simultáneamente. Aquí tendríamos un caso de paladar hendido.

En el caso de los labios, estos se forman un poco antes, entre las semanas 4 y 7 de embarazo. Para dar forma a los rasgos de la cara, durante el desarrollo del feto, las células que se encuentran a ambos lados de la cabeza van creciendo hacia el centro de la misma, uniéndose para crear el rostro.

Al igual que con el paladar hendido, puede ocurrir que el tejido que forma los labios no se una completamente. Esto puede dar lugar a una hendidura pequeña o a una más grande que alcanza la nariz. Esta abertura puede darse a un lado del labio, a ambos o en el centro, aunque es poco común este último lugar.

Ambas malformaciones pueden darse juntas.

Tratamiento quirúrgico y posterior con el dentista

Como decíamos, estos problemas pueden atajarse en gran medida con cirugía, la cual da muy buenos resultados y casi no deja cicatrices visibles.

Lo ideal es que la cirugía para el labio hendido se haga dentro de los primeros 12 meses de vida y, en el caso del paladar hendido, dentro de los primeros 18 meses o incluso antes si se puede. 

 

Además, para obtener un resultado óptimo a medida que el niño crece, se suelen realizar cirugías de seguimiento entre los 2 años y los últimos años de la adolescencia para mejorar la apariencia de la cara y otros problemas asociados a esta afección como los auditivos, o los del habla.

 

La cirugía es el pilar fundamental del tratamiento para el labio o paladar hendido, no obstante, durante los años de crecimiento, se hace necesaria la coordinación de distintos especialistas, entre ellos los odontopediatras y ortodoncistas especializados.

 

El papel de los dentistas es muy importante desde los primeros años ya que se hace necesario un cuidado dental profesional y regular por el mayor riesgo de contraer enfermedades orales que tienen estos niños a lo largo de su vida. También es responsabilidad del dentista asesorar y guiar a los pacientes en cuanto a la higiene oral que deben seguir para alcanzar una buena calidad de vida y una boca perfectamente sana.

 

El odontopediatra también juega un papel clave. En una primera visita, establecerá un completo diagnóstico estudiando la sonrisa del niño y las estructuras orales a fin de planificar los tratamientos posteriores oportunos, como es en muchos casos la ortodoncia.

 

Los niños con esta afección también pueden tener problemas auditivos, problemas para hablar y problemas para alimentarse, siendo necesaria la participación en el tratamiento de otros especialistas como el otorrinolaringólogo, logopeda, audiólogo o incluso del psicólogo para ayudar al niño con el estrés que supone enfrentarse a los procedimientos.

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