Si has terminado tu tratamiento de ortodoncia y llevas un retenedor dental fijo, seguramente ya sabes lo importante que es para mantener los dientes en su nueva posición. Sin embargo, a veces las cosas no salen como esperamos y te encuentras con un problema: ¡se me ha despegado el retenedor dental fijo! ¿Y ahora qué?.
En este artículo te explicamos por qué es importante actuar rápido y qué puedes hacer para evitar que esto te vuelva a pasar.
¿Qué es un retenedor fijo y por qué es importante?
Antes de entrar en materia, recordemos brevemente la función del retenedor fijo. Este pequeño alambre que se adhiere a la parte posterior de los dientes anteriores (normalmente en los incisivos inferiores) es crucial para evitar que tus dientes se muevan de nuevo después de haber llevado ortodoncia.
El proceso de ortodoncia no solo alinea tus dientes, sino que también mueve las estructuras que los sostienen, y esto toma tiempo para estabilizarse. El retenedor fijo está diseñado para mantenerlos en su sitio mientras las encías y el hueso se adaptan a su nueva posición. Si se te ha despegado el retenedor fijo, existe el riesgo de que tus dientes comiencen a moverse lentamente, comprometiendo los resultados de meses, o incluso años, de tratamiento ortodóntico.
¿Qué hacer si se me ha despegado el retenedor fijo?
Es importante actuar con rapidez. Un retenedor dental fijo despegado es un problema serio, y cuanto antes lo soluciones, mejor. A continuación, te dejamos los pasos que debes seguir:
1. Contacta a tu ortodoncista
La primera recomendación es que, en cuanto notes que se ha despegado tu retenedor fijo, contactes a tu ortodoncista lo antes posible. Aunque no sientas dolor o molestias, el tiempo es un factor crucial. Cuanto más tiempo pase con el retenedor despegado, más probabilidad hay de que los dientes comiencen a moverse.
2. No intentes arreglarlo por tu cuenta
Puede ser tentador intentar “pegar” el retenedor por ti mismo, pero es importante que no lo hagas. El material y la técnica utilizados para adherir el retenedor son específicos y solo un profesional cualificado puede asegurarse de que esté correctamente colocado. Pegar el retenedor de manera incorrecta podría empeorar la situación y provocar problemas más graves, como infecciones o daños en los dientes.
3. Evita comidas duras o pegajosas
Mientras esperas tu cita, trata de evitar alimentos que puedan empeorar el problema, como alimentos duros (caramelos, frutos secos, pan crujiente) o pegajosos (chicles, caramelos masticables). Estos pueden ejercer presión en los dientes o en el retenedor y complicar más la situación.
4. Usa un retenedor removible
Si dispones de un retenedor removible a medida que te haya proporcionado tu ortodoncista, úsalo de manera temporal hasta que te coloquen nuevamente el retenedor fijo. Esto ayudará a mantener tus dientes en posición hasta que puedas solucionar el problema.
Consejos para evitar que el retenedor fijo se despegue en el futuro
Si has pasado por la experiencia de un retenedor fijo despegado, es normal que quieras evitar que esto te vuelva a ocurrir. Aquí te dejamos algunos consejos para cuidar tu retenedor y evitar estos problemas en el futuro:
- Evita morder objetos duros como bolígrafos, hielo o incluso uñas. Estos hábitos generan presión en el retenedor y pueden hacer que se despegue de los dientes.
- Cuidado con los alimentos que requieran una mordida fuerte o que puedan quedarse atrapados en el alambre.
- Mantén una buena higiene oral para evitar acumular placa alrededor del alambre o en las zonas donde está adherido, ya que puede debilitar el cemento dental, aumentando el riesgo de que se despegue.
- Acude a revisiones regulares para que tu ortodoncista revise el estado del retenedor.
Alternativas al retenedor dental fijo
Si ya has tenido varios problemas con el retenedor fijo, es posible que te estés preguntando si existen alternativas más cómodas. Los retenedores removibles a medida son una opción viable para muchas personas. Estos retenedores, normalmente hechos de plástico transparente, pueden ser utilizados durante la noche para mantener los dientes en su lugar sin necesidad de un retenedor fijo permanente.
La ventaja de los retenedores removibles es que, al poder quitártelos, son más fáciles de limpiar y no presentan el riesgo de despegarse como ocurre con los retenedores fijos. Sin embargo, requieren un mayor compromiso por parte del paciente, ya que deben ser utilizados de manera constante según las indicaciones del ortodoncista.